Con una mirada vigilante y un carácter a prueba de balas, Magaly Ramírez Ramírez patrulla las transitadas calles del Centro de Lima. No lo hace en carro, moto o bicicleta, su vehículo es su propia silla de ruedas. Conozca un poco más sobre nuestra primera mujer con discapacidad en ser miembro del Serenazgo de Lima.
Sus ojos son hermosos: claros y redondos, casi perfectos. Su sonrisa, tierna y seductora. Sus brazos, fuertes y bien trabajados. Sus piernas, inútiles. Su corazón, herido. Su fe por un futuro mejor, inquebrantable. Ella es Magaly Ramírez Ramírez, 40 años, natural de Pucallpa, la primera mujer con discapacidad en patrullar las calles del Centro de Lima como miembro del Serenazgo. En la actualidad hay muchas más claro, pero ella fue la pionera.
Magaly lleva puesto el uniforme oficial del Serenazgo: camisa celeste, pantalón azul, zapatos negros (en su caso, pues lo normal son botas), gorro azul. Tiene el cabello recogido sujetado por un carmín ya desteñido. Vistas desde atrás, las dos ruedas de su silla forman una V invertida. Sus muletas descansan a los costados, donde también guarda unas cuantas revistas que de tanto en tanto otea. Hoy está patrullando el cruce del jirón Quilca con el jirón Unión. Es mediodía y el sol sigue golpeando a pesar de ser otoño. Es lunes y el ambiente está calmado, salvo un ambulante que a media cuadra improvisa una perorata despotricando contra Ollanta, el alcalde de Chosica, Chile, EE.UU…. Magaly ni se inmuta. Más bien, se va a refugiar bajo el toldo verde y empolvado de un restaurante que ya no funciona.