Por fin lo hice. Por fin la tuve frente a mí. Por fin pude escuchar su versión. Por fin… entrevisté a Rocío Miranda. ¿En el set de Panamericana? ¿En un coliseo de voleibol? ¿A la salida de un desfile? No, en su propia casa. Y, de paso, también charlé con su mamá.
No fue fácil, como me lo había imaginado, poder tener esa chance de entrevistar a ‘Tentación’ Miranda. No es que se le haya subido los humos o algo parecido, sino que sus actividades han aumentado y, por lo tanto, tiene una agenda recargada.
No obstante, debido a mi insistencia, obtuve una respuesta positiva el último fin de semana. Le había asegurado que no tardaríamos más de 15 minutos -y otros 15 con su mamá-, pero al final los tres charlamos casi dos horas. Fue divertido y enriquecedor para mi historia, pues pude conocer cómo es y piensa Rocío Miranda detrás de una cámara de televisión y lejos de una pasarela.
Así las cosas, al ya tener información por parte de la protagonista principal de mi perfil, creo ya haber acabado el proceso de recopilación de datos, por lo que ahora me toca elucubrar qué enfoque darle a mi texto. Dicen que es lo más complicado, y estoy totalmente de acuerdo con esa aseveración. Pero hay que hacerlo. Y eso haremos.
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